Iglesia subterránea, es decir, excavada en la roca, característica de los templos de la iglesia copta que el último Negus denominó la Iglesia del Estado de Tawahedo. La referencia en lengua ge'ez significa “El ser que se convirtió en Uno”.

Misticismo copto en Lalibela. Un viaje sagrado al corazón espiritual de Etiopía

Lalibela, conocida como la Jerusalén de África, es un testimonio vivo del cristianismo ortodoxo etíope y está profundamente conectada con tradiciones místicas que han perdurado durante siglos. Situada en las escarpadas montañas del norte de Etiopía, Lalibela alberga un complejo de 11 iglesias monolíticas talladas directamente en la roca, construidas en el siglo XII bajo la dirección del rey Lalibela.

Estas iglesias no solo son maravillas arquitectónicas, sino que también están impregnadas de un profundo significado espiritual que las vincula con las antiguas tradiciones del misticismo Copto.

Una de las expresiones más profundas del misticismo copto en Lalibela se da durante el festival del Timkat, que conmemora el bautismo de Cristo en el río Jordán. El Timkat no es solo un festival religioso, es una recreación mística de los misterios divinos, la cual resuena profundamente con la tradición copta, ya que simboliza la participación espiritual en eventos sagrados.

Durante el Timkat, réplicas del Arca de la Alianza, conocidas como Tabot, son llevadas en procesión desde las iglesias hasta cuerpos de agua donde los fieles recrean el bautismo de Cristo. El simbolismo del agua, la purificación y el renacimiento es central en el misticismo copto, representando la limpieza del pecado y la renovación de la vida espiritual. Las vigilias nocturnas, las procesiones y los cantos comunitarios que acompañan al Timkat están imbuidos de un ambiente de reverencia mística, donde los participantes buscan experimentar la presencia divina.

En Lalibela, el entorno realza la experiencia mística. Las antiguas iglesias, iluminadas por velas, resuenan con himnos cantados en ge’ez, el lenguaje litúrgico de la Iglesia etíope. La energía mística del festival es palpable, con momentos en los que los fieles experimentan éxtasis espiritual, visiones y una profunda paz interior.

Para los cristianos ortodoxos etíopes, asistir al Timkat en Lalibela es un acto de fe y devoción, una peregrinación que refuerza su conexión espiritual. Sin embargo, más allá del aspecto religioso, el Timkat en Lalibela también es un importante atractivo turístico. Cada año, cientos de turistas internacionales acuden a la ciudad para presenciar esta manifestación de fe y tradición. Lalibela, con su paisaje montañoso y su patrimonio arquitectónico único, proporciona un entorno incomparable para vivir esta experiencia.

Durante los días del Timkat, Lalibela se llena de actividad. Los hoteles, restaurantes y guías turísticos están ocupados al máximo y la ciudad se transforma en un bullicio de vida y celebración. Los visitantes no solo tienen la oportunidad de presenciar las ceremonias religiosas, sino también de explorar las iglesias monolíticas, participar en las celebraciones comunitarias y aprender sobre la rica historia y cultura etíope.

Para aquellos que buscan una comprensión más profunda del misticismo copto, Lalibela ofrece una convergencia única de historia, espiritualidad y maravilla arquitectónica. Ya sea a través de la oración silenciosa en las sombras de un santuario de piedra o participando en la celebración comunitaria del Timkat, la experiencia de Lalibela es una inmersión en el corazón místico del cristianismo ortodoxo etíope, donde los misterios divinos no solo se recuerdan, sino que se viven.

Hay un gran silencio en nuestro interior, frente a esta colección de fotografías que reflejan plenamente la pertinencia del título. Misticismo: la experiencia que compromete la vida interior del hombre frente a una realidad misteriosa, un sentido de profunda religiosidad por el que aspira a una vida totalmente espiritual. Aquí, esto se puede ver representado en el trabajo de la experta en reportajes, Cristina Garzone. El silencio y la reflexión inspiran las fotos que forman parte de la silueta hecha de colores serenos, posturas firmes de personas orantes, destellos de electrocución mística en rostros atentos a la lectura, al canto, a las interioridades privadas.

Este festival, profundamente arraigado en la cultura etíope, es un testimonio de la capacidad de un pueblo para preservar su identidad religiosa y cultural a través del tiempo. A día de hoy, sigue siendo una celebración vibrante y llena de significado en el corazón de África.

Libro: Misticismo Copto, Cristina Garzone Edizioni Magister de Timoteo Papapietro, disponible en Amazon.


Cristina Garzone nació en Matera y vive en la provincia de Florencia. Se dedica desde hace años a la fotografía, con preferencia por el reportaje. En el 2000, asistió al Centro de Fotografía Experimental de Prato. Actualmente, es miembro de Il Cupolone BFI-CAFIAP de Florencia, donde ocupó el cargo de vicepresidenta de 2013 a 2016, y de Sille Sanat Saray de Konya, en Turquía. Es miembro honorífico de photo clubs nacionales e internacionales.

Invitada a participar en concursos de fotografía italianos y extranjeros, a lo largo de los años ha obtenido innumerables premios en los concursos internacionales más importantes.

En una entrevista reciente, explicó su fotografía: “Siempre me ha gustado retratar con mis fotografías a personas que están en su entorno donde viven, trabajan, estudian, rezan, etc. Para lograrlo, necesito acercarme a ellos con paciencia y humildad, y tratar de establecer una relación amistosa con los sujetos, hacerlos sentir a gusto en todo momento, tratando de captar su mejor expresión, que es siempre la más natural, en su dignidad y nunca en sus tragedias”.

La combinación de color, en todas sus excepciones en los diversos contextos étnicos, es el elemento que motiva a Cristina Garzone a continuar la búsqueda de nuevos detalles de la vida cotidiana, plasmados bajo el signo de la buena fotografía.
https://www.instagram.com/cristina196333


Texto: Pedro Ajuriaguerra • Fotos: Cristina Garzone
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