Logo BAO Bilbao
Seberina Andrés

Seberina Andrés. La historia del mejor cordero de Bilbao

Desde 1966, regenta los puestos Severina en el mercado de Labayru, una referencia en la ciudad.

Puestos 28 y 29 del mercado de Labayru. ¿Por qué les informamos de esta ubicación? Porque aquí se puede comprar desde 1966 el mejor cordero de Bilbao y alrededores. Les atenderá Seberina, quien también les descubre las maneras más especiales para preparar cada pieza. Es sabia en todo esto. La historia del mejor cordero de la Villa es la que les contamos en estas páginas. Seberina nos invita a pasar al puesto, donde hay unas fotografías y cuadros que narran la leyenda. Hay una imagen preciosa en la que se le ve a Seberina con su padre, Félix, en el pueblo palentino de Cisneros, donde empezó todo, ante un rebaño de ovejas y corderitos. También se observa tejido a punto de cruz “Corderos Severina. 1966-2016” y un cuadro en el que se lee: “Félix Andrés. Carnicería. Vale por un kilo de carne. Cisneros (Palencia)”. Seberina se deshace en elogios de su padre, Félix. “Mi padre era muy reconocido, una bella persona, un gran profesional y vendía muy bien. Hizo mucho por el sector cárnico. Era delegado de todos los carniceros. La gente le quería mucho por cómo se comportaba con todos”. Entonces, Seberina, de 72 años, se dirige a su empleada, Elvia, y le pregunta: “¿Cómo era mi padre?”. Y la chica responde: “Era bueno… demasiado”.

Todo empezó a mitad del siglo pasado, cuando el padre de Seberina, Félix Andrés, traía desde ese pueblito de Palencia unos lechazos excelsos, de esos de chuparse los dedos y deleitarse en la mesa. Él era uno de los pequeños de una familia de doce hermanos y fue uno de los que decidió quedarse en el campo para cuidar de los animales. El amor le llevó a casarse con Severina, que era la hija del carnicero de Cisneros. Poco después, ambos comenzaron un negocio que funcionaría a las mil maravillas con aquellos sabrosos corderos.

Félix Andrés vino a Bilbao, un lugar a donde llegaba la mejor carne, y la suya no podía faltar. Era sobresaliente. Uno de aquellos viajes dio un giro a sus vidas. Contactó con algunas personas en el matadero de Zorroza que distribuyeron su género. Enseguida corrió el boca a boca de lo bueno que era. Visto el éxito, Félix realizó otros muchos desplazamientos a Bilbao para traer aquellos suculentos corderos desde su pueblo —ese llamado cordero churro, el de las puntas de las orejas y el morro negro con una carne muy fina y deliciosa—. Aquel cordero era muy demandado. Así que Félix, tras comprobar las posibilidades del mercado de la Ribera, alquiló un puesto con Severina. Pronto adquirió mucha fama. Se decía que ahí estaban el mejor cordero y la mejor clientela, la fiel. “En el mercado había hasta 35 puestos y todos vendían bien”, recuerda Seberina.

Esta familia, a base de dedicación, esfuerzo y trabajo con el mejor producto a lo largo de todo este tiempo, convirtió su punto de venta en una referencia para comprar un cordero de matrícula de honor. Con el tiempo, Seberina Andrés, la hija —quien nos atiende en este reportaje tras servir con increíble cariño a una señora mayor—, se integró en el negocio junto a su marido, José Ángel Oleaga, con el mismo empeño y afán que sus emprendedores padres. Al puesto que abrieron en la Ribera, sumaron otro en el mercado de Labayru, el que regenta actualmente

Seberina, tras jubilarse su marido. En esta carnicería, prima la carne de primera calidad. No lo duden. El excelente género de sus productos y el buen trato están a la orden del día. “Aquí, en Labayru, había también ¡trece puestos de cordero! En junio de 2024, cumplimos 58 años”. La historia continúa, para solaz de nuestros paladares.

Tel.: 944 216 802 • Calle Labayru, 8 – Bilbao • Mercado de Labayru

Texto: J. A. Pérez Capetillo • Fotos: Hibai Agorria

 

Scroll al inicio